El actual marco regulatorio, otorgó una nueva naturaleza jurídica a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), convirtiéndola en Empresa Productiva del Estado con autonomía presupuestal y de gestión, y libertad de asociarse con el sector privado para competir en igualdad de condiciones en el renovado mercado de electricidad.
También se establecio el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) quien se encarga de controlar la operación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), y a partir de 2016, la del Mercado Eléctrico Mayorista.
Del 2011 a la actualidad, la declinación de la producción petrolera continuó a pesar del considerable aumento en las inversiones, lo que condujo a la pérdida de competitividad en la industria petrolera mexicana.
En materia de gas natural, la demanda de las plantas generadoras y la industria se incrementó. La falta de infraestructura para transportar este insumo desde Estados Unidos al interior de la República, provocó que en 2012 el Sistema Nacional de Gasoductos sobrepasara su capacidad de operación y se emitieran “alertas críticas” para racionalizar su consumo, provocando importantes pérdidas económicas y un considerable incremento en los costos de generación eléctrica.
Respecto a refinación y petroquímica, la producción nacional era insuficiente para abastecer el consumo nacional. En 2014, importamos el 54% de las gasolinas y el 26% del diésel que demandó el país, mientras que en petroquímicos, representó más del 65% en 2013.
En electricidad, los altos costos del servicio y la falta de infraestructura contribuyeron a limitar el crecimiento de la economía. En 2013, las tarifas fueron en promedio 25% superiores en comparación con las de Estados Unidos, y 73% más altas si consideramos los subsidios que otorga el gobierno.
La Reforma Energética inició su proceso en diciembre de 2013, con la modificación de los artículos 25, 27 y 28 constitucionales y 21 transitorios.
En los meses de agosto y octubre del siguiente año se publicaron 21 leyes secundarias, 24 reglamentos y 1 ordenamiento; instrumentos regulatorios que fijaron las reglas para la creación y funcionamiento de los nuevos modelos de mercado.
La Reforma toma como principio la propiedad que el Estado mantiene sobre los recursos del subsuelo, y establece un nuevo marco jurídico e institucional que fomenta la competitividad del sector y permite la inversión de capital privado en casi todos los eslabones de la cadena de valor.
En hidrocarburos, se establecieron reglas claras y transparentes que dan certeza jurídica a los inversionistas y que garantizan la mayor utilidad al Estado. Empresas nacionales y extranjeras que cuenten con experiencia, capital y tecnología podrán participar en las rondas de licitación para explorar y extraer recursos de petróleo y gas, incluso en áreas geológicas complejas donde Pemex no ha podido acceder.
Además, para el final del sexenio, con una inversión de cerca de 14 mil millones de dólares, habremos construido 10 mil kilómetros adicionales de gasoductos que formarán parte de un auténtico sistema de transporte de gas natural, que nos permita llevar este insumo a casi todo el país. Asimismo, con la participación de la iniciativa privada, se pondrán en operación nuevos proyectos de refinación, transporte, almacenamiento y distribución de petróleo, gas, y sus derivados, y a partir de 2016 iniciará la apertura gradual de las industrias de gasolina y diésel.
En el sector eléctrico, se promueve la libre competencia entre empresas públicas y privadas en actividades relacionadas a la generación y comercialización de electricidad. A principios de 2016, iniciará operaciones el Mercado Eléctrico Mayorista, en el que grandes consumidores y generadores podrán realizar transacciones de compra-venta de energía, servicios conexos, potencia, certificados de energías limpias y derechos financieros de transmisión.
Para la modernización de las redes del sistema eléctrico nacional, los particulares podrán desarrollar en conjunto con CFE, proyectos para ampliar la capacidad de transmisión, mejorar la eficiencia en la distribución del servicio y reducir las pérdidas técnicas de electricidad.
La Reforma promueve la diversificación de la matriz energética a través del impulso de fuentes más limpias y eficientes.
La CFE está modernizando su capacidad de generación, al construir nuevas plantas de ciclo combinado y reconvertir las termoeléctricas ya existentes para que utilicen gas natural, un combustible cuatro veces más barato que el combustóleo y 68% menos contaminante.
Asimismo, se crean instrumentos e incentivos para incrementar el aprovechamiento del vasto potencial energético renovable del país:
El crecimiento del sector energético nacional demandará en los próximos años miles de técnicos y profesionales especializados en temas de hidrocarburos y electricidad. Para esto, de 2015 a 2018 se otorgarán 60 mil becas y apoyos para estudiantes de nivel técnico, medio, superior y posgrados, y se trabaja en el fortalecimiento de instituciones académicas para reconvertir carreras y acreditar certificaciones que avalen las habilidades de los especialistas.
También estamos creando redes nacionales e internacionales para el desarrollo de investigación aplicada e innovación. Universidades y centros mexicanos de investigación tienen la oportunidad de participar activamente con otros sectores del conocimiento, en proyectos relacionados con el área energética.
La Reforma representa un paso decidido para colocarnos de forma competitiva en el panorama internacional energético.
Fuente: Secretaria De Energia